lunes, 28 de enero de 2013

La Narrativa


La narrativa renacentista trató de conciliar lo maravilloso con lo real para lograr lo que se consideraba la función primordial de la literatura: disfrutar para enseñar.

Al igual que en la poesía, la narrativa tomará como modelo la literatura de la antigüedad clásica. Entre estos modelos se encontraba la novela griega de aventuras, que incluían

relatos versemblantes e instructivos y presentaban recursos que probocaban admiración. La novela griega pastoril, con una trama de marcado carácter lírico, en un espacio bucólico y pastoril. La narrativa italiana, que a través de la obra de Boccacio había inspirado la novela sentimental del siglo XV, influyó en el siglo XVI por medio de relatos breves de orientación humorística y didáctica, que dieron lugar a la novela corta.

LA NOVELA BIZANTINA

Fue el subgénero renacentista con que pasaron a llamarse las antiguas novelas griegas de aventuras. En un momento en el que se estaba realizando la conquista de América, y se viajaba constantemente por mar en las guerras con los turcos, o en los desplazamientos por el mediterráneo, estas narraciones despiertan rápidamente un gran interés en el público. Eran novelas de viajes, y mediante ellas se descubrían países, islas, mares exóticos, etc. pero con una versemblanza que no tenían las fantásticas novelas de caballerías.

La novela bizantina parte de una pareja de jóvenes enamorados, bellos y castos, que son separados hasta que al final se unen. La novela se estructura en torno al viaje, que representa el enfrentamiento de los protagonistas consigo mismos y con el mundo, y sólo será superado con ayuda de la gracia divina. Durante el viaje, los jóvenes serán sometidos a pruebas con las que deberán mostrar su castidad y fe en la divinidad:

-Piratas: normalmente árabes o turcos, que pueden ocasionar esclavitud, muerte o enamoramiento.

-Tormentas: que desencadenan los naufragios. 
-Islas: provocan el aislamiento en un mundo desconocido y también la separación o el reencuentro.
-Cautiverio: la prueba más dura que acaba con la huída de los amantes que utilizaban el
engaño, habitualmente acompañados de otros cautivos. En España, el héroe bizantino se
transformará en peregrino, símbolo del hombre cristiano.
Con el tiempo, esta clase de novelas acentuaran los rasgos morales y didácticos alejándose del modelo griego.
En cuanto al estilo, incorporó los recursos narrativos de Heliodoro y de Aquiles Tacio: el inicio in media res y la interpolación de historias: al interrumpirse el relato, se producía la suspensión de la narración. Los episodios intercalados otorgaban variedad a la trama, aclaraban aspectos o eran utilizados con valor ejemplar. Entre las novelas bizantinas podemos encontrarnos con Los trabajos de Persiles y Sigismunda de Cervantes, que además utiliza el recurso de la interpolación en El Quijote.
LA NOVELA PASTORIL
Sus orígenes se encuentran en los autores griegos Teócrito y Longo, y el latino Virgilio, Jacopo Sannazzaro en La Arcadia. Estás novelas relacionaban el ambiente bucólico con el cortesano, lo que permitía una lectura clave en la que se transmitían alusiones a personas y sucesos reales, que actualmente se nos escapan.
En la actualidad serían lo más parecido a una telenovela, pero basada en personajes reales
disfrazados con pseudónimos. La novela pastoril se construye mediante el viaje de unos personajes que van en busca de la felicidad. Se distinguen dos tipos de acciones: una presente, lenta y otras en pasado, constituidas por los relatos de los pastores. Durante el viaje se suman historias de problemas amorosos de otros personajes, que se comunican y comparten.
Los personajes son pastores idealizados que se comportan y hablan como cortesanos castos. Sobresale el protagonismo de los personajes femeninos. El espacio donde dialogan los pastores representa un mundo ideal. Constituye un espacio bucólico, es decir con los elementos propios del locus amoenus: árboles, fuentes, ovejas, prados…
Al igual que en la novela bizantina, la historia comienza in media res, en medio de la historia, y en la interpolación de historias intercaladas. Adquiere importancia el diálogo y se restringe así el papel del narrador, se limita a ceder la palabra a los personajes.
Por lo tanto, casi toda la historia es trasmitida por el diálogo de los personajes utilizando un discurso dramático. El diálogo de los pastores puede verse interrumpido por medio de cartas o de poemas.
LA NOVELA CELESTINESCA
Siguen el modelo de la Tragicomedia de Calisto y Melibea. Narra amores que se desarrollan con ayuda de los criados de un enamorado y de una alcahueta, con carácter erótico. Sin ser del todo realistas, ofrecen un cuadro versemblante de la época.
LA NOVELA SENTIMENTAL
Continúan creándose novelas que desarrollan el tema de la pasión no correspondida, incluyendo sucesos históricos y relato epistolar, imitando novelas del siglo anterior como Cárcel de amor. Después de 1550 esta novela desapareció.
LA NOVELA DE CAVALLERIAS
Tuvo el desarrollo entre los años 1510 y 1560. Eran las novelas más populares y conocidas por el público. Eran obras que seguían el modelo de la narrativa medieval, las más representativas eran Amadís de Gauda o Tirant lo blanc. Fueron despareciendo en el siglo siguiente.
LA NOVELA MORISCA
Evoca la vida de la frontera entre Castilla y el último reino musulmán antes de la reconquista.
A diferencia de la novela de caballerías que alternaba lugares ficticios, estas obras eran reales. La más importante de estas novelas fue, Historia del Abencerraje y la hermosa Jarifa, apareció en una Crónica de 1561 e intercalado en una edición de La Diana de Montemayor, novela pastoril. Los personajes masculinos presentan rasgos caballerescos: valor, generosidad, sentido del honor, etcétera, y el concepto del amor es el típico de las novelas de caballerías. También propone la idea de la convivencia posible entre musulmanes y cristianos.
LAZARILLO DE TORMES
Inaugura el género de la novela picaresca. Relato seudoauto-biográfico de un personaje de orígenes miserables, que abandona su familia y presta servicio a varios amos. El protagonista posee un carácter picaresco, es astuto, versátil, prudente, desconfiada y tiene un gran deseo de progresar. Estas historias pretenden explicar un estado final de deshonor a partir del pasado del protagonista.